Experimento 84-B
Era un chico normal, igual a todos.
Siempre al volver del instituto, los chicos le decían:
- Maricón- o- ¡Date ya una ducha!
Él ya no lo podía aguantar más.
Una noche, fue, con un cuchillo, al callejón más oscuro de la ciudad, dispuesto a acabar con su vida,cuando un hombre le dijo:
- ¡Eh! ¡Para! Yo te daré una vida mejor, ya no se burlarán de ti.
- ¿De verdad? - Respondió el chico.
- Sí. Acompáñame, te sólo te tendré que dar un pinchacito.
- ¡No! - Negó, corriendo hacia la salida del callejón.
Cuando estuvo a punto de salir, notó que una mano le agarró el brazo y le arrastraba hacia el callejón.
Entonces, el chico sintió un pinchazo en el brazo. Notaba que las luces se apagaban.
Se despertó en una especie de laboratorio.
Estaba atado con cadenas en una cama.
- ¡Ayuda! - Gritó el chico.
Nadie le ayudó. Una voz exclamó:
- ¡Jajajajaja! ¡Ya eres mío!
Era el hombre del callejón.
En ese momento, un ordenador dijo:
- Realizando el experimento 84-B.
El chicó no pudo hacer nada. Notó de nuevo un pinchazo, pero esta vez más fuerte.
Notó que las luces se apagaban de nuevo.
Cuando se despertó, todavía estaba atado a la cama, pero con un fuerte tirón, rompió las cadenas y pudo ser libre de esa prisión.
Se puso de pie, y casi se choca con el techo del laboratorio. Medía tres metros de largo.
Sentía que no podía respirar, pero no le hacía falta.
Sólo podía ver un poco.
Notaba como si su boca estuviera cosida, pero podía hablar con la mente.
No tenía orejas, pero podía escuchar perfectamente.
Entonces, empezó a caminar por el laboratorio, pero estaba encerrado.
Con un solo golpe de puño pudo romper la pared y salió al exterior.
Entonces, escuchó:
- ¡No se mueva! ¡Le tenemos rodeado!
Era la policía.
Un agente se acercó y del chico salieron ocho tentáculos.
El agente, al acercarse y ver al chico, se quedó hipnotizado y empezó a andar hacia él.
El agente cayó en los brazos del chico, cuando este intentó soltar al agente, un tentáculo le atravesó el pecho al policía.
El chico intentó correr através de la oscuridad de la noche. Notó que sus extremidades se alargaban y que podía teletranpotarse.
Entonces, un agente se le cruzó y, sin hacer nada, los ocho tentáculos del chico cogieron un coche y se lo lanzaron al agente que murió, manchando la cara del chico de sangre.
Cuando el chico fue a lavarse la cara a un aseo público, se miró en el espejo.
No tenía ojos, ni boca, ni nariz, ni orejas.Tampoco tenía pelo. Su piel era tan blanca como la pura nieve.
Estaba vestido con un esmoquin de corbata. Tenía unos pantalones largos y negros como el azabache. También usaba zapatos de vestir.
Siempre que ve una persona, aunque no quiera matarla, su descontrolados tentáculos asesinan a la persona.
Está solo, tiene miedo y busca un amigo para que le haga compañía.
Se acerca a los niños, porque ellos son los únicos que le pueden ver sin hipnotizarse. Cree que si le reciben bien cuando le vean, que sus tentáculos no matarán a la persona que recibe bien a ese chico.
Como es alto y muy delgado, la gente le llama Slenderman.
Nota: No hay forma de matar a Slenderman, es inmortal.